
El ex presidente, detenido por el intento de autogolpe, escribió una carta y denunció que le sacaron sangres «sin su consentimiento».
La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, que el sábado presentó a su gabinete, fue acusada por el expresidente Pedro Castillo, destituido y detenido por un intento de autogolpe de Estado hace cuatro días, de integrar un «plan maquiavélico» en su contra junto con el Congreso y la Justicia. Así Castillo alimenta las marchas contra el nuevo gobierno, que se multiplican en el interior del país.
A través de una carta publicada el sábado a la noche por el congresista Guillermo Bermejo, el ex presidente que intentó cerrar el Congreso cuando investigaban una denuncia de corrupción en su contra y fue detenido, dijo que varias personas lo «obligaron a sacarse una muestra» de sangre el viernes y que lo volvieron a hacer el sábado.
«En la tarde de ayer un grupo de médicos camuflados y una fiscal sin rostro me obligaron a sacarme una muestra sin mi consentimiento, igualmente el día de hoy, volvieron con lo mismo por haberme negado, por seguridad y mi integridad», se puede leer en la carta manuscrita.
El viernes la fiscalía anunció que médicos legistas le tomarían muestras de sangre a Castillo para hacer una prueba toxicológica y determinar si el ex presidente estaba bajo los efectos de alguna sustancia cuando leyó el discurso por el que disolvió el Parlamento, propuso un gobierno de excepción, y planteaba una reforma judicial.
El congresista Bermejo, que difundió la carta en las redes sociales, el viernes había sugerido que Castillo «no se encontraba en sus facultades» cuando intentó el autogolpe de Estado y que podría haber sido «inducido».
«No descarto que este plan maquiavélico esté dirigido por la fiscal de la Nación, el presidente del Congreso, y la Dina Boluarte», asegura Castillo en el final de la carta que escribió desde el lugar donde cumplirá una semana de prisión preventiva en Diroes, cerca de Lima.
Por el delito que se le imputa a Castillo, el maestro rural de 53 años que llegó al poder en julio de 2021, podría recibir una condena de entre 10 y 20 años de cárcel.
Con la acusación de «plan maquiavélico», Castillo alimenta las protestas de sus militantes, que llevan tres días seguidos de protestas principalmente en el sur del país, donde cortaron la ruta Panamericana Sur.
Crisis en Perú: recrudecen las protestas en el interior del país
Si bien en Cusco y Puno algunas organizaciones se declararon en insurgencia, y en Lima hay protestas todas las tardes de un grupo reducido de defensores de Castillo, el conflicto más grande está en Arequipa, 1000 kilómetros al sur del país, donde cortaron la ruta Panamericana Sur, y en Andahuaylas, a 800 kilómetros de la capital peruana, donde manifestantes retuvieron por horas a policías y hubo 20 heridos.
«La tendencia de las movilizaciones es creciente a nivel nacional. Han habido marchas, bloqueos de vías y enfrentamientos en 9 regiones. Estamos verificando de cerca las protestas, el accionar de Policía Perú, y haciendo llamados a la calma», señaló Rolando Luque, defensor adjunto en materia de conflictos sociales y gobernabilidad de la Defensoría del Pueblo del Perú.
La Defensoría destacó que están coordinando la atención médica de todos los heridos, después de haber reportado al menos 20 heridos, entre civiles y agentes de la Policía. Incluso la propia Defensoría reclamó la «liberación inmediata del suboficial Policía Walter Silvera Obregón», que estaba retenido por grupos de manifestantes cerca a la plaza principal de Andahuaylas.
Antes de esa situación, la nueva presidenta Dina Boluarte había lanzado un pedido: «Hago un llamado a la calma y serenidad. El diálogo y entendimiento es imperativo».