
El Hospital Zonal General de Agudos Dr. Lucio Meléndez, ubicado en Adrogué, es uno de los tres centros de salud del municipio de Almirante Brown. Los trabajadores denuncian la situación de abandono del principal centro sanitario del distrito.
Eso incluye que el tomógrafo no funciona desde hace más de un año, y que el quirófano -donde se practican desde cirugías generales hasta intervenciones oncológicas- no cuenta con los insumos básicos, por lo cual solo en el último tiempo se debieron suspender 60 operaciones programadas.
Las condiciones laborales del personal son igual de calamitosas. Trabajadoras y trabajadores del programa Becas del Ministerio de Salud relatan que “vacaciones solo tenemos si las autoridades del hospital lo permiten, no cobramos aguinaldo, no se nos respetan los artículos… es decir, ninguno de los derechos laborales que tiene un trabajador de salud. Además, con nuestro salario no llegamos a fin de mes”.
“La salud pública argentina sufre una crisis estructural con bajos sueldos y personal monotributista en los hospitales. En la Provincia de Buenos Aires rige la ley 10.430 con la cual pueden contratar becarios sin derechos laborales”, describe Mónica Mendez, secretaria de Organización de la Cicop (sindicato que agrupa a profesionales del sector).
Además agrega que “los sueldos son muy bajos. Hoy un ingresante gana por debajo de la canasta básica que te dice ATE Indec. En los hospitales del Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad (Samic), como el Cuenca Alta de Cañuelas o como el de Monte Grande, todos los trabajadores son monotributistas. Este es el grave problema que estamos teniendo. Tenemos un sistema de salud que en realidad sufre una crisis estructural”.
Otro trabajador cuenta que servicios como Laboratorio o Traumatología debieron suspender la atención por falta de insumos esenciales como jeringas o yeso. “En el servicio posoperatorio no hubo gasas, materiales esterilizados. Le han pedido a los familiares de los pacientes internados que compren gasas. A ese extremo se llega”.
“El quirófano cuenta con un equipo de esterilización del instrumental que no funciona desde hace mucho tiempo. Debido a esto se está enviando a esterilizar a otros hospitales el material quirúrgico. Los profesionales médicos son excelentes, los he visto llorando. En el último tiempo se suspendieron 60 operaciones, y 14 en la última seman”, agrega.
“En el servicio de Clínica hace dos años se cayó el piso, literalmente. Catorce veces prometieron que lo iban a arreglar. Nos prometían el oro y el moro. El año pasado tuvimos que parar y movilizarnos para que recién ahora empiecen con la obra. Es una obra que recién se ha iniciado”, continúa Mónica.
Los trabajadores con los que dialogó La Izquierda Diario cuentan que en cada servicio los turnos se dan dependiendo de los insumos que tienen. “Los pacientes hacen colas desde las dos de la mañana para conseguir un turno médico. Cada servicio puede dar una cantidad limitada de turnos, dependiendo de los insumos que tienen para atender”.
Mónica agrega “El gobierno no pone un peso, va todo para pagar la deuda. Hubo días en los que no se podía atender en el Laboratorio, tampoco en el servicio de Rayos, y no se hacían placas. Hoy el Laboratorio y Rayos están atendiendo. Como que van rotando los problemas, diría. Pero no es solo en el Meléndez, esto ocurre en toda la provincia”, dice Mónica.
En el sector administrativo las condiciones son igual de deplorables. Los trabajadores hablan de que se encuentran ratas, baños inutilizables, con aguas servidas: “las administrativas no tienen donde ir al baño. Tienen que bajar al primer piso, donde funciona Saedoc”.
“El personal de maestranza muchas veces no tienen ni lavandina. Estamos hablando de un hospital, donde la desinfección es elemental”, agrega otra trabajadora. “Es un hospital que no tiene mantenimiento, es peligroso para los trabajadores. El sector nuevo que se inauguró se está resquebrajando. Los directores del hospital son los responsables de resolver esto”, denuncian.
Para Mónica Mendez “el tema del salario es fundamental, porque esto hace que haya guardias descubiertas. Por ejemplo: los residentes de Pediatría no se han anotado, y esto va a ser un grave problema para el servicio. Ahora viene la bronquiolitis y la verdad es que no están dadas las condiciones para que el hospital se haga cargo como corresponde para la población infantil”.
Como dicen los trabajadores, lo que ocurre en el Hospital Meléndez es moneda corriente en el sistema de salud pública del país. Desde hace 40 años que gobierna radicales, peronistas, macristas, en sus vertientes liberales o progresistas y la deterioro de las condiciones laborales y las prestaciones a los pacientes se fue deteriorando.Trabajadoras y trabajadores de salud pública denuncian lo que es un secreto a voces: en Argentina hay una salud para ricos y una salud para pobres. Y la salud pública es un coto de caza y desguace. Así, la falta de financiamiento y presupuesto es estructural, porque está al servicio de las empresas privadas de salud. Toda familia va a desembolsar hasta el último centavo necesario para salvar la vida de un ser querido. Por eso la solución también tiene que ser estructural, con un sistema de salud único, universal, gratuito y de calidad.